lunes, 15 de octubre de 2012

Este invierno,que no avisa.

¿No me echabas de menos verdad?Supongo que tan solo fui tu abrigo para estos días tan fríos de un otoño con complejos de invierno,un entretenimiento mientras la que estaba en tu mente se iba abriendo hueco en tu corazón o... polla,tú sabrás como llamarlo.
Me sorprende verdaderamente lo bien que mientes,lo bien que lo decoras todo para que la tonta de turno no te vea venir.
Que mas da mi hostia y mi costumbre a tus putos brazos o a esa jodida sonrisa,mientras tú tengas manta en este invierno que a mi se me adelanta. ¿Después de esto viene el cielo no? Es en lo que suelo resguardarme,por ahí encontraré sonrisas que quizás te den tres mil vueltas,lo jodido es...cuando narices voy a querer abrir los putos ojos para verlas.Han pasado tan solo cuarenta y ocho horas desde el último te quiero,sabes que me encanta esto de escribirte.


Que si la noche se estaba encuerando no fue para verme,lo que quería es cincuenta y la cama ¿con quién?, daba igual.

Con troncos viejos que con calaveras,que esconden los dientes,con dedos largos que nadie les queda para señalar.Con los muñones que escriben derecho en renglones torcidos.Con el olvido que siempre se acuerda de resucitar.Con los relojes que me echan las cuentas y no han entendido 'que no me he rendido,quise fracasar'.

Que me ronden moscardones al olor de los cajones que una vez cerré por ti. Si palpitan cremalleras al compás de primaveras que no las quieren abrir.
Que se caiga el sol a cachos,y con él el dios borracho que te quiso hacer sufrir,que te echó su mal aliento que yo transformé en cemento para hacerte sonreír.


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